lunes, 13 de octubre de 2025

Esta goma no funciona





















Editorial


El narcoescándalo en las urnas


Esta goma no funciona


José Luis Espert, de candidato estrella a figurita eliminada del mapa electoral por Javier Milei. 

(Dibujo: Fernando rocchia para AGENCIA NOVA)




En menos de dos años de gestión, La Libertad Avanza, el espacio que había prometido venir a “cambiar las cosas”, lo único que logró acumular es un número exorbitante de causas de corrupción en tiempo récord.


En medio de este tsunami de maniobras turbias e ilegales, el oficialismo enfrenta un desafío urgente de cara a las elecciones del 26 de octubre: que el pueblo se olvide de Espert, ex cabeza de lista en la provincia de Buenos Aires, quien en cuestión de horas se convirtió en un cadáver político tras descubrirse los vínculos narco con los cuales se enriqueció ilícitamente. Además de renunciar a su candidatura –llanto público mediante-, tuvo que pedir licencia sin goce de sueldo en el Congreso y bancarse allanamientos en su domicilio.


La manzana podrida terminó de contaminar un cajón que ya estaba rancio. Por más que intenten convertirlo en el chivo expiatorio de lo que se perfila como una derrota en las urnas, el narcoescándalo de Espert salpica a varios integrantes de la cúpula libertaria también a nivel credibilidad, en una fase clave del Gobierno. En los últimos días, han circulado pruebas y hasta confesiones de que al menos el mandatario Javier Milei y la ministra Patricia Bullrich estaban al tanto de la existencia y operatoria del empresario narco recientemente extraditado a la fuerza, Fred Machado. Amigote y financista de Espert, por cierto.


En paralelo a estas investigaciones que ya están en manos de la Justicia, el duendecillo libertario que repite “no hay plata” gastó un vagón de guita en el alquiler del Movistar Arena para dar rienda suelta a su afán rockero, en un show que hubiera resultado gracioso en un contexto de crecimiento económico y bienestar social. Pero resulta que la mayoría de los argentinos no llega a fin de mes, los discapacitados sufrieron el arrebato de sus fondos, el Garrahan y las universidades fueron desfinanciados, los jubilados mueren por no poder acceder a los medicamentos y las pymes siguen despidiendo empleados para evitar la quiebra.


Es evidente que la plata dulce que les llueve desde Estados Unidos no está siendo invertida en obras ni planes destinados a mejorarle la vida a la gente. Tampoco en idear un modelo económico que funcione con miras al futuro próspero que tanto prometieron.


El único plan del Gobierno en este momento de crisis de las reservas y caída estrepitosa de la imagen es conseguir dólares que les permita aguantar hasta el 26. Los “expertos en crecimiento con o sin dinero” dependen sistemáticamente, a cada rato, del mecanismo de rescate externo para pisar el dólar y tapar agujeros, en el marco de una gestión ineficiente que hace meses arrastra una inflación mensual -dibujada- del 2 por ciento, la cual se empeñan en celebrar, pero ante los ojos del mundo sigue siendo una vergüenza.


¿Dónde está el éxito económico que iba a traer el ajuste? ¿Para qué sirvió la motosierra? ¿Por qué el pueblo debería seguir sacrificándose para recibir nada a cambio? Se incumplieron las promesas. No hay inversiones, no hay mejoras. La calidad de vida seguirá cayendo mientras los ingresos no se equiparen a la inflación real, no la mentirosa.


Si desde Casa Rosada no están dispuestos a redireccionar el barco en función de una mejora social, porque la codicia y la ambición de poder son más fuertes, no deberían esperar una respuesta positiva por parte del electorado. Es una ecuación básica. La ley de reciprocidad.


A pesar del creciente rechazo de la opinión pública, Javier Milei sigue eligiendo rodearse de los exponentes de la vieja casta (entre ellos, Diego Santilli, quien tuvo un golpe de suerte al quedar como reemplazo de Espert), además de darles un lugar de privilegio a vedetongas devenidas en “figuras” políticas, como Virginia Gallardo y Karen Reichardt, tras desfilar públicamente junto sus ex gatitas de turno, Fátima Florez y Yuyito González. Por lo visto, no solo los perros, sino también las rubias y los dirigentes fracasados, son su debilidad.


En esta cuenta regresiva hacia los comicios legislativos, hay una realidad irrefutable e irreversible: figure quien figure en los medios y en las boletas, Espert ya dejó su estela de corrupción impregnada en la conciencia colectiva. Resta ver qué impacto tendrá en las urnas este manchón de brea que La Libertad Avanza quiere quitarse a toda costa, cueste lo que cueste.

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