Luis Caputo. La metamorfosis del técnico al soldado de la batalla cultural libertaria
El ministro de Economía abandonó su anterior bajo perfil y se subió al ring para enfrentar al kirchnerismo y el pensamiento de izquierda
LA NACION
Jaime Rosemberg
La metamorfosis alcanzó su cima el lunes a la noche, cuando Luis “Toto” Caputo despertó elogios en la platea libertaria reunida por la Fundación Faro al acusar a “la izquierda de meterle parásitos mentales en la cabeza a la gente”. El ministro fue una suerte de mímesis de Javier Milei, que adoptó del influencer chileno Axel Kaiser la idea de los parásitos mentales.
En medio de las turbulencias por el dólar, el ministro de Economía mostró otra vez su clara identificación con la bandera violeta y su condición de soldado del Presidente, exhibiendo un perfil marcadamente más alto que el que ostentaba en sus épocas de secretario de Finanzas y presidente del Banco Central, en tiempos de Mauricio Macri.
Por entonces, la “batalla cultural” era un término más conocido y difundido entre los intelectuales gramscianos que en la derecha liberal.
Cerca de Caputo relativizan ese cambio, que los macristas no libertarios ven tan claro como el agua. “Nunca fue macrista, fue un técnico en el equipo de Alfonso [Prat-Gay] al que después le pidieron que se quede y aceptó”, contesta alguien que lo conoce desde hace años. “Lo de la batalla cultural lo creyó siempre, no hubo ninguna transformación; desde lo económico, siempre fue fiscalista y liberal; con Macri era secretario de Finanzas, nada que ver con su rol actual”, destaca un defensor del ministro.
En noviembre de 2017, Caputo acompañó a Macri a un viaje posterior al triunfo electoral a Nueva York en el que los empresarios hacían fila para estrecharle la mano al Presidente y prometerle inversiones. Un idilio que se rompería abruptamente en abril de 2018, con el pedido de auxilio al Fondo Monetario Internacional (FMI), una gestión que terminó en fracaso económico y derrota electoral.
Ahora, como ministro de Milei, Caputo renovó el apretón de manos con el Fondo y hasta se anima a desafiar a los críticos. Hace algunas semanas, en línea con un mensaje triunfalista de Milei, chicaneó a economistas, inversores y periodistas sobre las advertencias por las reservas y la política cambiaria. “Agarrá los pesos y comprá [dólares]. ¡No te la pierdas, campeón!”, desafió el ministro de Economía. El dólar comenzó desde entonces una escalada, que se frenó el viernes pasado.
Caputo se enorgullece de haberle comprado “diez ejemplares” de su último libro al ideólogo libertario Agustín Laje. Laje afirma en su texto que la izquierda “se fue infiltrando en las universidades y en la industria cultural”.
Caputo lo repitió hasta con los mismo términos. “Era un discurso de acuerdo al ámbito en el que estaba, no era una charla en una universidad o una ponencia como ministro”, relativizan los que más lo conocen.
En la Fundación Faro, Caputo afirmó: “La izquierda lo único que genera es pobreza, miseria, muerte, desigualdad, es increíble que sobrevivan a tantos fracasos”. Agregó, con un tono claramente político, que el kirchnerismo y las fuerzas “de izquierda” son “muy buenos dando la batalla cultural”, y afirmó: “No hay que descuidarse en esta batalla”. Puso la guardia en alto, alineado con Las Fuerzas del Cielo.
Uno de sus antiguos compañeros del gabinete macrista aporta una visión diferente. “Compartía los mismos valores que ahora, pero le agregó una faceta de fanatismo que no le conocimos en esos años”, afirmó. “Antes de entrar a la política era el Messi de las finanzas, un genio reconocido que le hizo ganar mucha guita a mucha gente, pero como funcionario tenía un serio problema con lo mediático”, dijo otro excompañero de ruta, que lo recuerda parco y muy reticente a enfrentar cámaras y micrófonos. “Se adapta al estilo del Presidente, como antes se adaptó al estilo de Mauricio”, concluyó este referente de Pro.
¿Cómo se explica el cambio de tono? “Milei le dio a Caputo un lugar que Macri nunca le dio”, definió un hombre cercano al Presidente, que conoce a ambos actores. El jueves pasado, el conductor Alejandro Fantino se dio el gusto de sumar a Caputo y “su equipo” (el secretario de Finanzas, Pablo Quirno; el secretario de Política Económica, José Luis Daza, y el titular del Banco Central, Santiago Bausili) en la extensa charla con el Presidente en el streaming Neura. “Estaban en el estudio de al lado [el del streaming Carajo], pasaron a saludar y Fantino los dejó dos horas”, cuentan cerca del ministro, atribuyendo a una casualidad el espacio compartido.
Las duras frases del lunes en el Yacht Club, más propias de un político que de un técnico, motivaron, según pudo saber la nacion, consultas a funcionarios por parte de grandes empresarios. “Solo se justifican si lo estuvieran preparando para ser candidato en octubre”, expresaron preocupadas fuentes del oficialismo. ¿Será candidato a diputado nacional en la ciudad de Buenos Aires? En el Gobierno lo niegan, aunque no cierran del todo la puerta.
“El tipo de cambio no lo controlamos, flota y es libre”, dijo Caputo en la charla amistosa en Neura, en la que buscó desmentir la posibilidad de una devaluación encubierta. A su lado, Daza agregó, enfático y ante la mirada del exministro macrista y de Quirno, que también formó parte del equipo de Cambiemos, que “Macri no quiso hacer un ajuste del gasto desde el día uno”. Daza se permitió elogiar la “valentía” de Milei por “hacer el ajuste más importante en cincuenta años”.
“Todo marcha acorde al plan”, dijo Caputo en el Yacht Club de Puerto Madero, con una sonrisa y ante los aplausos de la primera línea libertaria. Allí respaldó su plan económico, “con equilibrio fiscal, sin emisión, con tipo de cambio flotante”. Y también elogió al Presidente “por la decisión política de no moverse de la ortodoxia macro”.
A los 60, con un protagonismo impensado años atrás, Caputo parece disfrutar de su revancha personal en la función pública con la camiseta violeta de los libertarios.
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