miércoles, 2 de julio de 2025

PAMI, una caja libertaria que aún sigue en manos kirchneristas

 Editorial

Análisis

PAMI, una caja libertaria que aún sigue en manos kirchneristas

El ministro de Salud, Mario Lugones, la ex prescindente Cristina Fernández de Kirchner, la diputada Luana Volnovich, el funcionario "libertario" Alejandro Wittenberg y el sindicalista Andrés Rodríguez. (Dibujo: NOVA)

El Programa de Atención Médica Integral (PAMI), la obra social destinada a jubilados y pensionados en Argentina, ha sido sacudido en los últimos años por una serie de controversias que involucran corrupción, influencia política y cuestionables prácticas administrativas.

Entre las figuras más señaladas en este entramado se encuentran Alejandro WittenbergMario LugonesAndrés RodríguezCristina Fernández de Kirchner y Luana Volnovich, cada uno vinculado de distinta manera a los problemas que han afectado a millones de beneficiarios.

A continuación, exploramos los detalles de este escándalo, con un enfoque especial en las acusaciones contra Wittenberg, cuya trayectoria ha generado alarma en el sector de la salud pública.

Luana Volnovich: vacaciones en el Caribe y acusaciones de corrupción

Luana Volnovich, directora ejecutiva del PAMI entre 2019 y 2023, se convirtió en el epicentro de las críticas durante su gestión.

En 2022, un escándalo estalló cuando se reveló que había viajado al Caribe mexicano con su pareja, Martín Rodríguez, también funcionario del PAMI, mientras el Gobierno promovía el turismo interno a través del programa PreViaje.

Este programa incentivaba a los jubilados a viajar dentro del país, lo que hizo que su escapada internacional fuera vista como un acto de hipocresía que desató indignación pública.

Sin embargo, las acusaciones más graves llegaron en 2025, cuando se denunció que el PAMI había pagado hasta 16 veces más por medicamentos oncológicos y que fondos fueron desviados hacia organizaciones políticas como La Cámpora, cercana a Cristina Fernández de Kirchner.

Estas irregularidades desencadenaron procesos judiciales contra Volnovich. Además, el nepotismo dentro de la institución (con su pareja y su hermano ocupando cargos clave) alimentó sospechas de conflictos de intereses.

Aunque algunos sectores del Frente de Todos elogiaron su gestión, el peso de las acusaciones marcó el fin de su paso por el PAMI en medio de un descrédito generalizado.

Cristina Fernández de Kirchner, influencia en las sombras

La ex prescindente Cristina Fernández de Kirchner no tuvo un rol directo en la gestión del PAMI, pero su influencia política fue innegable.

A través de su hijo, Máximo Kirchner, y su cercanía con La Cámpora, se sugirió que decisiones clave, como la permanencia de Volnovich en el cargo, dependían de su aval.

Esta dinámica alimentó las sospechas de que el PAMI era utilizado como una herramienta de clientelismo político, con fondos presuntamente desviados para financiar intereses partidarios.

Aunque no hay imputaciones directas contra Cristina, su presencia en el trasfondo de las controversias añadió una dimensión política al escándalo, profundizando la percepción de que las necesidades de los jubilados quedaban relegadas frente a las prioridades del kirchnerismo.

Alejandro Wittenberg, el polémico "Señor de los Medicamentos"

Alejandro Wittenberg, una figura controvertida en la salud pública de Mar del Plata, asumió en 2024 el cargo de responsable de la Gerencia de Efectores Sanitarios Propios del PAMI, lo que le otorgó un control significativo sobre la adquisición de insumos y medicamentos.

Su designación desató una ola de críticas y acusaciones que lo señalan como el líder de una supuesta mafia de los medicamentos, un término que resuena desde su pasado en el sector.

Según una investigación de un medio local, Wittenberg tiene un historial de decisiones cuestionadas en la salud pública local.

Su nombre había sido vinculado previamente a la causa de los medicamentos truchos, un escándalo sobre la distribución de fármacos falsificados, aunque fue absuelto por falta de mérito. Sin embargo, las sospechas sobre su integridad persistieron.

Su llegada al PAMI fue interpretada como un intento de centralizar el poder en la institución, lo que generó temores sobre la transparencia en las contrataciones.

Otro artículo del mismi medio, detalla cómo su gestión ha sido acusada de inflar contratos y favorecer a ciertos proveedores, restringiendo la competencia y encareciendo los costos de medicamentos esenciales.

Estas prácticas, según los críticos, habrían beneficiado a una red de intereses privados a expensas de los jubilados. Wittenberg se defendió afirmando que su trabajo se realizaba con compromiso y en tiempo y forma, pero las denuncias han dañado gravemente su reputación y han puesto en duda la legitimidad de su liderazgo en el PAMI.

Mario Lugones y Andrés Rodríguez, figuras en segundo plano

Mario Lugones, ministro de Salud desde 2024, supervisa el PAMI como parte de sus funciones, pero no se le han atribuido escándalos específicos relacionados con la obra social.

Su trayectoria incluye vínculos con el PAMI durante los años noventa, pero hasta ahora su rol parece ser de supervisión general, sin implicaciones directas en las controversias recientes.

Andrés Rodríguez, líder de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) y secretario general adjunto de la CGT, representa a los trabajadores del PAMI.

Su enfoque está centrado en cuestiones laborales, como salarios y condiciones de trabajo, y no hay evidencia de su participación en los problemas de corrupción o mal manejo de la institución. Aunque ha sido cuestionado en el pasado por su patrimonio personal, su vínculo con el PAMI no ha generado titulares escandalosos.

El PAMI, diseñado para garantizar la atención médica de los jubilados y pensionados, se ha convertido en un campo de batalla de intereses políticos y económicos.

Las acusaciones contra Luana Volnovich por corrupción y nepotismo, la influencia de Cristina Fernández de Kirchner en las decisiones de la institución, y el polémico ascenso de Alejandro Wittenberg con su historial de sospechas, pintan un cuadro de una obra social en crisis.

La falta de transparencia, los contratos cuestionables y el desvío de fondos han dejado a los beneficiarios del PAMI en una posición vulnerable.

Para recuperar la confianza y garantizar que los recursos lleguen a quienes los necesitan, es imprescindible establecer controles estrictos, auditorías independientes y una gestión libre de injerencias políticas.

Solo así el PAMI podrá cumplir su misión esencial: cuidar la salud de los jubilados argentinos en lugar de servir como escenario de escándalos.

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