Quienes viven sumergidos en un mundo de odios no cesan en fabricar imágenes siniestras. Se llama “guerra psicológica”, tan vil como la guerra de las armas.
Las redes sociales se inundan de imágenes siniestras de lo que ocurre en Medio Oriente. Y muchos toman partido -ilusos a veces- viendo fotos siniestras, conmovedoramente horripilantes.
Toda guerra es injusta, como escribió el inglés Sting en medio de la guerra fría a mediados de los 80: Nadie tiene el monopolio del sentido común.
Cuando amigos entrañables, personas a quienes conozco de buen corazón (si no fuera así, no estarían presentes en la patria de mis afectos) suben a las redes algunas imágenes siniestras se nos hiela la sangre.
Pero descubrimos una de esas infamias tan comunes en toda confrontación, y al menos la mostramos para ver hasta qué punto se llega a la cima de los horrores.
Fíjate esta foto. ¿Temblás de dolor y bronca, verdad? Ahora mirá un detalle. Uno de los soldados que aparece en la placa aparenta ser un soldado de Israel, pero lleva calzado tipo franciscanas, no las botas que utiliza el ejército judío.
Entonces caes en la cuenta que la foto es falsa, no es trucada, sino una escena preparada intencionalmente para hacerla circular con maldad y fomentar mas odios y rencores.
Así hay por millares. Indigna por donde la mires. Ese soldado de sandalias y sus compañeros se dejaron fotografiar así por los más temibles profetas del odio, los que intentan manipular las mentes de la humanidad.
“No hay ninguna guerra que se puede ganar”, escribió Sting en este himno antibélico de extrema belleza pero que al final alienta una esperanza. Adaptada a la realidad actual, solo esperamos que palestinos e israelíes, israelíes y palestinos… amen a sus niños y se cumpla aquel slogan que John Lennon colgaba de un cartel siempre: War is over. El final de la guerra.
Volvé a observar el detalle del calzado de la foto, y leé este bellísimo poema antibélico que le valió a Sting el Premio Grammy 1986.
RUSOS
En Europa y América, hay un creciente sentimiento de histeria
Condicionado a responder a todas las amenazas
En los discursos retóricos de los soviéticos
Mr. Krushchev dijo Nosotros los enterraremos
Yo no estoy de acuerdo con este punto de vista
Sería muy ignorante estarlo
Si los rusos también aman a sus niños
¿Cómo puedo salvar a mi pequeño niño del juguete mortal de Oppenheimer?
No hay monopolio en el sentido común
En cualquier lado del cerco político
Compartimos la misma biología
Sin tener en cuenta la ideología
Créeme cuando te digo
Que espero también amen a sus niños
No hay precedente histórico
De poner las palabras en la boca del Presidente
No hay ninguna guerra que se pueda ganar
Es una mentira que no la creemos nunca más
Mr. Reagan dijo Nosotros los protegeremos
Yo no estoy de acuerdo con este punto de vista
Créeme cuando te digo
Que espero también amen a sus niños
Compartimos la misma biología
Sin tener en cuenta la ideología
¿Qué puede salvarnos, a mi y a ti?
¿Es que los rusos también amen a sus niños?
Por Jorge Boimvaser/diarioveloz.com