Fábrega habría presentado su renuncia.
Las diferencias entre el presidente del Banco Central y el Ministro de Economía ya llevan más de un mes de asperezas. Y el viernes pasado detonó la crisis que el jefe de gabinete Jorge Capitanich negó ese día a la mañana después de la columna económica de Marcelo Bonelli en Clarín, que detalló los distintos puntos de vista con respecto a la baja de la tasa de interés. De acuerdo a esta interpretación, Fábrega entendería que una baja de un punto de las tasas que el Central ofrece por las Lebacs podría generar una suba del dólar blue que produciría una presión sobre el dólar oficial de 8 pesos. Y ahí empezaron nuevamente las minidevaluaciones, como pasó en diciembre y enero pasado, que dieron como resultado la pérdida de reservas y la devaluación a un ritmo del 7% mensual desde el 20 de noviembre, hasta que finalmente se devaluó el 22% el 23 de enero. Pero ahora las condiciones son distintas, ya que si bien el dólar de 8 pesos está atrasado, no lo está tanto como en diciembre-enero pasados y muchos economistas dicen que hacer minidevaluaciones del 2% podría tener éxito. Sin embargo, los analistas se equivocaron, ya que desde lunes el blue se disparó, hasta llegar ayer al precio de $ 11,77, a un ritmo de más de 30 centavos por día. Pero no sólo fue el blue sino que también el dólar MEP, o bolsa, que se compra con pesos en blanco que después se convierten en dólares en 72 horas, y el “contado con liqui”, que consiste en la compra de acciones o bonos en pesos y los dólares se depositan en una cuenta en el exterior, tuvieron muchas subas. Y en esos mercados se mueve la plata grande, es donde las empresas salieron de los plazos fijos y fugan legalmente dólares fuera del país.
Distintos riesgos
Kicillof quiere bajar las tasas de interés para evitar la recesión, que ya está instalada en el país, con una tasa de inflación que ya se sitúa entre el 35 y 40% anual, justo en este segundo trimestre, cuando se liquida la cosecha de soja. Pero cuando los productores ven las minidevaluaciones, dejan de inmediato de liquidar y ahí sube unos centavos el oficial y de a 30 centavos por día el blue. Si bien dijimos que la situación cambiaria es distinta a la de la crisis de diciembre y enero pasado, la emisión monetaria para cubrir el gasto público sigue siendo descomunal. Cualquier movimiento pequeño en el dólar oficial provoca que se frenen las liquidaciones y suba el blue, porque sobran los pesos en la calle y las grandes empresas que tienen pesos en los bancos los retiran para comprar dólares MEP o “contado con “liqui”.
Ahora las expectativas del mercado están en si hoy el dólar blue seguirá la suba de 30 centavos diarios, dada la disputa abierta entre Fábrega y Kicillof, en la cual lo más seguro es que la presidente no laudará a favor de ninguno de los dos y le rechazará la renuncia al presidente del Banco Central. Pero esta situación de indefinición seguiría toda esta semana y toda la decisión está en manos de la presidente, quien apoya incondicionalmente a Kicillof pero sabe que desprenderse de Fábrega desencadenaría una corrida cambiaria y quizás bancaria. Nuevamente los mercados les dan la espalda a los analistas económicos, generalmente subvencionados por los bancos privados para que digan en los programas de radio y televisión que la pax cambiaria duraría hasta fin de año. Y otra vez la inconsistencia de la política económica hace quedar a banqueros y gurúes económicos desfasados de la realidad, aunque ellos siempre salen ganando.
Guillermo Cherashny/informadorpublico.com